Descripción
Edad: 22
Busto: 75 B
Cintura: 34
Tamaño: 170
Color de pelo: Oscuro
Vellosidad: Sin pelo
Nacionalidad: España
Idiomas: Poco alemán inglés
Extras (cargo extra)
Baño de oro: 10 €
Juegos de consoladores (activos): 10 €
Juegos de consoladores (pasivos): 10 €
Juegos lésbicos: 20 €
Besos franceses: 20 €
Estriptís: 15 €
Juegos de doctor: 30 €
Especial juego de roles: 30 €
Servicio (incluido)
Francés con protección, con tirantes bajo pedido, tacones altos bajo pedido, juegos sencillos con los dedos, español, caricias y caricias, también atiende a discapacitados, hablar sucio, lamer huevos, sentarse en la cara, visitar camiones o autos, sexo al aire libre, juegos de baño y ducha , Relajación de manos, inseminación corporal, cambio de posición, coito múltiple
Sobre mí
Cada encuentro conmigo es una aventura sensual llena de pasión, fantasía y cálida cercanía. Orinar es una de las preferencias más íntimas que vivo con sensibilidad y discreción. Durante el striptease, dejo que la tensión aumente lentamente mientras me desnudo pieza a pieza y no puedo escapar de la mirada de mi compañero. Los juegos lésbicos me fascinan por su cercanía suave y juguetona, que puede ser a la vez tierna y excitante. Para mí, el beso francés es el principio de toda verdadera pasión, un momento en el que la lujuria y la confianza fluyen la una en la otra. Soy Alani, una sensual dama de compañía de Berlín a la que le apasiona la prostitución. Me encantan los juegos de rol en los que me meto en distintos papeles y doy vida a cada fantasía.
Te visitaré en Berlín, Mühlenbeck, Schulzendorf, Potsdam, Brieselang, Schönefeld, Zossen, Woltersdorf, Beelitz, Großbeeren, Glienicke, Ahrensfelde, Rüdersdorf, Brandemburgo o, por supuesto, en Trebbin. Con una talla de busto 75 B, una talla de ropa 34 y una altura de 170 centímetros, encarno un aspecto delicado pero seductor. Las visitas a domicilio son algo natural para mí, ya que me encanta seducir a los hombres en un entorno familiar. Mi pelo oscuro resalta mi complexión mediterránea y mi cuerpo sin vello invita a suaves caricias. Me gusta compartir nuevas experiencias y crear un ambiente en el que todo vale. En el juego del médico me gusta adoptar el lado dominante o cuidador, mientras que en el juego del consolador disfruto con el control o la rendición. Vengo de España y traigo el fuego brioso de mi tierra natal a cada encuentro.